Lo que pudo haber sido… y ya no será por un tiempo largo.

EsquistArtifComo tantas otras cosas, en relación a España.

Aquí para el hormigón es tarde ya, porque ya no se fabricará significatívamente durante años,  ni del feo ni del bonito.

Pero escribo ésto por si en América Latína, que pasa por un ciclo económico distinto y con poca prescripción interesada de otros materiales aún, los industriales del sector pueden sacar algo en positivo, de los errores de marketing que  yo creo que hemos cometido aquí, en general.

Me refiero a los acabados para el hormigón «artificialmente naturales», originales, bonitos y mecánicamente efectivos que se han ido produciendo en los últimos 50 años… pero que no han vendido  lo suficiente en comparación con los que «el mercado» pedía.

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La poca aceptación de éstos, contra los  más convencionales (el gris liso, el micrograno, etc…)  no se ha debido tanto a los ciclos económicos, ya que los precios eran casi iguales para cada momento, sino más bien a que los industriales mísmos,  muchas veces  fueron los primeros en no valorar sus desarrollos propios, por falta de auto-afirmación estética y exceso de muchas otras preocupaciones, en favor del gusto de los prescriptores  (gusto vacío en tantos casos, o producto de modas con muy poco fundamento).

PigmentadoEnMasaTexturadoNo pagaron premios de arquitectura,  ni campañas de comunicación, ni demasiado a los prescriptores directamente y, menos aún intentaron asociarse para ello, como sí hicieron los fabricantes de otros materiales.

Si no, ¿de qué tanto muro cortina de vidrio en fachadas a Sur por las Españas?, ¿tanto suelo de cuarzo-resina, cerramientos de celulosa-cemento, etc…?

MaderaColorEnMasaEntre los prescriptores, en su mayoría arquitectos, tampoco hubo mucha visión  de lo que podía lograrse estéticamente con la terminación de nuestro material.

En cuanto al pagador de proyectos,  a éste no le llegaban directamente los acabados que se podían dar y se quedaba con lo que «gustaba» al prescriptor.

La constructora, que suele ser el cliente directo del prefabricador, bueno, de ese la palabra contratista ya lo dice todo: contra-tí-está… y cuando era la misma constructora la que vertía un arquitectónico en sitio… contra tí, prescriptor, también está.

PeldanoAntiDesEl usuario, que es el que sufre o disfruta la obra, no solo en el aspecto funcional, sino en el estético, éste no aparece hasta pasada la inauguración.

Y en cuanto al público general, inclusive el pagador de proyectos, éste no distingue, ni falta que le hace, un hormigón terminado que le guste, de entre cualquier otra piedra que le guste igualmente.

HormigonPulidoEl caso es que podíamos hacer el mejor hormigón arquitectónico de Europa (de hecho, junto con el norteamericano, el mejor del mundo) porque la cocina existía … si nos lo hubieran pedido o nosotros lo hubiéramos sabido ofrecer .

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Pero no fuimos capaces de afirmar una estética propia del producto (la del paladiano o el desactivado, entre otras, cualquiera que lo distinguiese de los materiales que compiten con él), que lo pusiera en valor, nuestro valor.

Y por tanto, desde ahí,  ¿como íbamos después a vender bien «lo que no se ve», sus últimas prestaciones mejoradas: el UHPC, el Mohs-7, el auto-limpiable, etc…?

Pues eso.

P.D. Gracias a Àngel por explicarme lo del contratista.

!No quitéis los líquenes, cabrones!

Pues eso. Dejadlos en paz, y los mohos, las hierbas y los árboles, también sobre el hormigón.

Porque, al fin y al cabo, ¿que va a conseguir arruinar una obra antes?:

-¿los líquenes o un proyecto inadecuado, el hierro de armado, la mala dosificación, etc…?

La lista comparativa sobre los factores de durabilidad para el material se puede hacer bastante larga, no quiero aburrir.

Elemento de piedra artificial «con todo», a 23 años de su puesta.

El hormigón es un soporte de vida igual que cualquier otra piedra. Nuestro pretendido artificial, no lo es tanto.

De eso se encarga la capa biológica que, a la larga, consigue aumentar la  apariencia de integración de la obra expuesta con su entorno menos urbanizado.

Para algunos eso es sinónimo de «suciedad», «dejadez», (cuando no un factor activo de ruina).  Es curioso que muchos son partidarios de eliminar la capa biológica del hormigón en las rehabilitaciones, pero les encantan las cubiertas-jardín, aún más, las de la arquitectura tradicional escandinava.

Muy bien, pues que pongan vidrio, aluminio o titanio, o mejor plástico, pero no piedra. Todo no puede ser.

Mucho ecologismo de catalogo Ikea y mucha tontería hay.

En fin.

A propósito de Salamone.

Bueno, la entrada nº 30 tenía que ser para «algo gordo». Muchas gracias a Eugénio, que me puso sobre la pista del ing. arq. Francisco Salamone y su obra.

Para mí ha sido un auténtico descubrimiento, yo no tenía ni idea, como tantos aquí en Europa, donde la figura de este autor prácticamente se desconoce.

Afortunadamente ya hay algo de fondo documental sobre él en la red,  en video también.

Así que no es difícil hacerse una idea de su legado:  unas 70 obras para la dotación municipal, entre ayuntamientos, plazas, mataderos, cementerios y otros, ejecutadas  entre 1.936 y 1.940, en pequeños pueblos de La Llanura de la provincia de Buenos Aires.

En la mísma Argentina, durante décadas,  sus obras han generado más rechazo que admiración.

Se asociaron a una idea de Estado de connotaciones fascistas y, por tanto, su autor fue tachado de «arquitecto del régimen».

Salamone fue un individualista, muy seguro de su criterio y su capacidad, que no buscó la aceptación de  sus colegas de gremio, y menos su colaboración. Eso ha podido contribuir también a su poco reconocimiento.

Por otro lado, la mayoría de la gente de los pueblos donde construyó  ha sentido sus creaciones como «cuerpos extraños» hasta no hace mucho.

Lógicamente, en el contexto de los años 30, en uno u otro país, si lo que se ponía en EEUU (ej. Miami Beach) ya parecía moderno, ¿lo mismo, qué le iba a parecer a la gente de los  pequeños pueblos pampeanos?: ultra-moderno, cuanto menos. Demasiado.

Pero ocurre que, como en el caso del modernismo catalán, el brutalismo inglés, etc…  con  el tiempo una corriente de opinión local pone en valor una arquitectura pasada que siente como original, por tanto propia,  y parece que lo mismo  está ocurriendo en Argentina con el art decó monumental de Salamone.

Motivos, desde luego hay.

Vamos ahora a lo del hormigón en cuanto al proceso constructivo, que en estas obras a mí me genera pocas certezas y varias preguntas sin respuesta (por ahora).

Habrá más o menos cerramiento de mampostería tras los revocos de cada edificio,  pero yo diría que los tipos estructurales son de hormigón armado en todos ellos, y también muchos de los cerramientos.

Lo cierto es el conocimiento de la mecánica del material y de su puesta, como prueba que las construcciones siguen formalmente indemnes después de unos 70 años de intemperie, unas en servicio, otras abandonadas, con muy poco mantenimiento o ninguno, en muchos de  los casos.

La única excepción, como ruina total, es el matadero de Carhue-Epecuén, que sucumbió por inundación.

En todo lo demás, colonización por líquenes  y  reacciones álcali-sílice. Reventones por el armado, seguro que también, ¿pero qué tan grave es?.  Agradecería si alguien puede aportar información reciente de primera mano sobre eso, de la obra que sea.

Y ahora las incógnitas, que lo son más por tanta ejecución en tan solo 40 meses.

Salamone imprimió un lenguaje propio a todo lo  realizado (hasta niveles de detalle) y, sin embargo, no se repetía y ganaba todas las licitaciones por precio (más luego a las constructoras los costes les parecían asumibles).

Sería muy interesante poder ver alguno de los escandallos de costes para cualquiera de sus proyectos, ya no digamos planos de ejecución. ¿Quedó archivado algo de todo eso en alguno de los ayuntamientos que construyó, o en otros archivos públicos?.

Él fue el único arquitecto e ingeniero de todas sus obras, simultaneaba la dirección de todo gracias a su avioneta (pilotada por él mísmo, como no).

Parece que contó con algunos delineantes auxiliares para proyectar en detalle, pero tuvo que formar personalmente  a una cantidad ingente de operarios, que no conocían la elaboración de armaduras, el uso de encofrados grandes, etc…

 

Aún contando con la total disponibilidad de la mayor cementera local, que la hubo, forzósamente todo aquello debió implicar una logística material importante y, sobre todo, por encima incluso de una gran mentalidad práctica, un método.

Pero, ¿qué método?.

El magnífico documental «En el camino», con entrevistas a los principales conocedores de la obra,  también aporta alguna pincelada de todo ésto, pero no profundiza mucho más sobre  el procedimiento constructivo de su autor.

Con la ayuda de todos, quizá podamos ir rellenando esos huecos de información, que parece aún guardada en el olvido del pasado.

Muy recomendable este trailer de un futuro documental completo a propósito de Salamone.

P.D.  Su trabajo en las plazas públicas y en el interior de muchos de los edificios también me parece muy interesante y será el material de próximas entradas.

2ª P.D.  Todas las fotos que ilustran este artículo están vinculadas a sus páginas originales. Muchísimas gracias a todos sus autores.

Sobre el chorreado, artístico incluido.

Mediante el llamado «sand blasting», la proyección a chorro de arena u otros abrasivos con alta presión,  sobre la superficie del hormigón, puede conseguirse una textura pétrea, natural y libre de las  marcas de encofrado.

La misma técnica sirve también para grabarle dibujos con un trazo preciso, como los de Picasso ejecutados por Carl Nesjar. La colaboración de ambos dió lugar a 24 obras, murales y esculturas, en hormigón, repartidas por el mundo.

Tenemos una de Picasso-Nesjar en España: los frisos del Colegio de Arquitectos de Barcelona, en 1.961.  Se ejecutó mediante el sistema «naturbetong» noruego.  Incluso el árido negro creo que se trajo de allí.

«Los pescadores», de Picasso. Grabado por C. Nesjar.

En nuestro país el chorreado se utiliza para decapar pinturas y óxido sobre metal principalmente. Para texturar el hormigón se prodiga mucho más en el norte de Europa y Estados Unidos.

Como ejemplo en fachadas, además del edificio «Y-blokka» de Oslo, que  ilustro aquí, podéis revisar la entrada sobre el «Novus Doma«, que va enteramente chorreado, igual que éste.

Agradecería si alguien me puede apuntar obras de hormigón chorreado en España, que queden bien. Está el vestíbulo de la Torre Colón, en Barcelona, pero ahí no me dan permiso para hacer fotos de interior.

El único inconveniente de esta técnica quizá sea su ejecución mísma, bastante aparatosa, con toda la proyección de granalla y el descascarillado rebotando con fuerza, por lo que hay precintar un radio lo bastante amplio del área a tratar y solo el operador puede trabajar ahí.

Por lo demás, a mí me parece una muy buena solución para la rehabilitación estética del hormigón, especialmente el liso feo. Elimina todas las manchas y marcas y es mucho más durable y natural que la mejor pintura. Se puede incluso jugar con distintas rugosidades para componer dibujos en las fachadas, a la luz rasante.  Aunque por otro lado siempre habrá quien considere arte la enfermedad, antes que el remedio.

P,D. Eso del naturbetong me queda para otro post, pero sí puedo adelantar que  es algo más complejo de lo que parece o, si no, desde los años 50 todo el hormigón que se hizo así (y sin juntas), en Noruega no se vería tan bien.  A la hora de ejecutar, seguramente requiere una mentalidad nórdica también, porque los frisos del Colegio de Arquitectos de Barcelona, en naturbetong, tuvieron que rehabilitarse extensamente al cabo de solo 30 años.

Texturas de fachada. Edificio Tele/eXpres, Barcelona.

Expongo estos cerramientos como ejemplo de moldeado vertido en sitio.

Es un edificio de oficinas de linea racionalista,  en un chaflán de Roger de Flor/Aragó, como hay otros en el Ensanche barcelonés, pero lo que hace distinto a éste es la originalidad del grabado en todo su hormigón visto.

El proyecto es del arq. Josep Puig Torné y su construcción terminó en 1.964. Originalmente se destinó a oficinas para un grupo periodístico de la época. De ahí el motivo de la ornamentación, para la que se usaron tipos de rotativa auténticos en la confección de moldes.

Por cierto, no sé si entonces ya se usaba la silicona o el elastómero para ésto, diría que no.

 

Tras casi 50 años en servicio, sus relieves  pueden leerse aún igual que en el primer día. Para que luego digan aquello de la «erosión producida por las partículas en suspensión», los expertos.

Hay como unos 3 m.  sobre la cota de calle en los que el relieve ha desaparecido, debido a un chorreado, quizá como medida drástica contra los graffitis, pero el resto hasta la cubierta está bien.

Igualmente destacaría de esta obra, como de otras de entonces, el aspecto de «pátina natural» que deja la intemperie en el hormigón, de esa que, aún siendo suciedad, no lo parece exáctamente.

Es extraño lo distinto que envejecen los hormigones con las formulaciones de hoy en día, a mi juicio peor. Yo no sé encontrarle una explicación, ¿hay algún químico por ahí?.